
20 Jul Herba de namorar / hierba de enamorar
HERBA DE NAMORAR Y XUNCOS DE BEN PARIR
¿ Cómo conquistar con la herba de namorar ?
Visitar el pueblo que acoge al santuario de la fertilidad conlleva recibir un gran obsequio. Allí mismo, en San Andrés de Teixido, brota la herba de namorar, es decir, la hierba de enamorar. Se trata de un amuleto local que alberga el poder de la seducción y que sus lugareños nos regalan a sus invitados.
La tradición establece que el enamorado que desee conquistar debe esconder unas hojitas de esta planta en el bolsillo de su amado sin que se percate. Desde allí, la herba de namorar que brotó bajo el encanto de San Andrés de Teixido, ejercerá su magia sobre esa persona y quedará totalmente prendada por su pretendiente.
Esta planta, de hojas semejantes a carnosos filamentos de hierba, germina cerca del agua. Es abundante en los acantilados de Teixido y está dispuesto a propagarse. Se trata de la armeria marítima, cuyo nombre proviene del celta «al borde del mar», más conocida como clavelina de mar. Donde las rocas y los acantilados se precipitan hacia el océano, se encuentran a veces anchas extensiones de armeria marítima que forman una especie de brillante alfombra verde para sus flores: unas cabezuelas rosadas que se balancean muy juntas en tallos y que alcanzan a veces hasta 23cm de altura.
¿ Qué son los xuncos de ben parir ?
En San Andrés de Teixido hace su aparición la leyenda griega del fascinante cinturón de Afrodita. Su capacidad de enamorar y fecundante se manifiesta con mucha similitud en los juncos del buen parir de Teixido. Estas plantas, al igual que la hierba de enamorar, se dan en zonas húmedas y es por ello que San Andrés de Teixido es un lugar idóneo para su desarrollo. La leyenda establece que estos han de colocarse en la cintura para quedarse embarazada o para tener un buen parto. Se trata del paso posterior al hechizo amatorio producido por el efecto de la herba namoradeira.
Es por estas tradiciones que muchos amantes se trasladan hasta el santuario de la fertilidad en busca del amor, de quedarse encinta o de tener un buen alumbramiento. Su éxito establece la conocida frase de:
A San Andrés de Teixido van dos y vuelven tres.
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