San Andrés de Teixido, Santo André de Teixido o Santo André de Lonxe es, después de Santiago de Compostela, el principal lugar de peregrinaje para los gallegos. Bautizado bajo el nombre de Teixido por la cantidad de tejo que se extendía sobre la zona, aquí fue donde San Andrés asentó el santuario de la fertilidad y es donde la gente acude en busca del amor y otros deseos. Descubre el por qué de su popularidad, enamórate y decide si irás a San Andrés de Teixido en vida o muerte porque ir, has de ir.

SAN ANDRÉS DE TEIXIDO

El santuario de San Andrés de Teixido se encuentra en medio de una sierra, en un valle con vistas al Océano Atlántico elevado a 140m sobre el nivel del mar. Situado al norte de España, en la provincia de A Coruña, Galicia, San Andrés de Teixido pertenece a la comarca de Ferrolterra, en las rías altas gallegas.

Tan solo allí podría acomodarse un lugar tan especial, diseñado por leyendas y cargado de magia, donde se puede oír el viento y las olas batir contra las rocas, a ras de los acantilados, mientras se pone el sol sobre el agua fría que cría percebes. El Señor, conocedor de esta divinidad, estableció lo siguiente:

A San Andrés de Teixido va de muerto quien no fue de vivo.

Y ya que hay que ir, ¿qué mejor que disfrutarlo en vida?

LEYENDA DE SAN ANDRÉS DE TEIXIDO

Andrés el Apóstol, como buen pescador, llegó a San Andrés de Teixido por mar. El batido oleaje del Atlántico condujo su barca contra los descomunales acantilados de la costa Ártabra. Allí quedó petrificada la barca invertida, asomando la quilla para que dichosamente podamos ver hoy en día lo que a simple vista es una roca inmersa en el océano.

 

Jesús le encomendó este silvestre lugar al santo, donde se asentó y levantó su templo gótico de estilo marinero. A cambio de habitar en una serranía tan remota, el Señor le prometió que todo el mundo habría de peregrinar a su lugar de culto, comprometiéndose incluso a que aquellos que no lo hiciesen en vida acudirían a San Andrés de Teixido, nada más y nada menos que tres veces reencarnado en animal antes de entrar en el Reino de los Cielos.

Santuario de la fertilidad San Andrés de Teixido

Los gallegos saben que a San Andrés de Teixido hay que ir ineludiblemente y preferiblemente en vida, para deleitarse del encanto que le otorga su rico patrimonio: leyendas, historia, fábulas, tradiciones, ceremonias, supersticiones, cultos, paisajes, gastronomía… Aunque siguen siendo muchos los que por desconocimiento, incredulidad o pereza acaban haciendo la romería en forma de animal, ya sea mamífero, reptil, anfibio, ave o invertebrado. Es por ello que en el camino de San Andrés de Teixido y en el pueblo nos encontramos con especies animales y los vivos debemos de tener cuidado de donde pisamos para no interrumpir a ningún alma en peregrinación.

TRADICIONES EN SAN ANDRÉS DE TEIXIDO

Cuando un peregrino hace el camino de San Andrés de Teixido, debe saber que antes de llegar tiene que depositar en uno de los milladoiros una piedra que acarreará consigo durante el trayecto y que, preferiblemente, habrá recogido en la ciudad del portador. Esta piedra será la representación el día del juicio final del alma de quien la entrega, testificando su romería al lugar de culto del santo para que el ánima pueda descansar tranquila sin tener que reencarnarse y peregrinar en forma de animal.

Una vez en el pueblo, la visita a su santuario es mágica. Su modestia y pulcritud refuerzan el encanto que le proporcionan su ubicación y sus leyendas. La escasez de ornamentación en la iglesia cede todo el protagonismo al retablo del altar, presidido por la figura de San Andrés al que acompañan los demás apóstoles.

 

La puerta oeste de la ermita se abre hacia un lugar prodigioso, un mirador hacia la inmensidad del Océano Atlántico enmarcado, en un lado, por un cruceiro y, al otro, por una espontánea e inesperada palmera, la única del lugar. Sin embargo, la magia de San Andrés de Teixido se supera y a este paisaje se le suma su privilegiada orientación hacia poniente, desde donde contemplar el sublime espectáculo de la puesta del sol sobre el piélago.

 

En este mismo espacio se ocultan unos escalones de piedra que descienden hasta una cueva mística e íntima, donde la gente entrega a San Andrés exvotos, velas, imágenes y demás ofrendas peculiares con la finalidad de pedirle un favor o en agradecimiento por habérselo concedido.

Fuente de los tres caños en San Andrés de Teixido

Parten de allí otras escaleras de piedra, propias de un bosque encantado, que conducen hasta la Fuente del Santo, donde brota el agua que, según cuenta la leyenda, surge bajo el altar mayor del santuario. De esta fontana manan los tres chorros que le conceden su nombre más popular: fuente de los tres caños. Por cada uno de ellos se ha de beber y pedir un deseo para cumplir la tradición, sin embargo, una inscripción que anuncia que el agua no es potable ha introducido una variante, la de mojarse los labios con agua de cada uno de los chorros.

 

Se trata de aguas famosas por sus propiedades medicinales, por lo que no es extraño encontrarse allí con gente que se ha desplazado a San Andrés de Teixido para bañar sus verrugas con ellas.

 

Un riachuelo cristalino escapa por debajo de la fuente. En este río adivino es costumbre depositar una pequeña miga de pan que nos revelará si los deseos nos serán concedidos, siendo favorable que la miga flote sobre su agua. En cambio, si el trocito de pan se hunde deberemos volver a San Andrés de Teixido a probar suerte de nuevo.

Ven de vivo a San Andrés de Teixido,

ensálzate en su santuario,

benefíciate de los tres deseos en la fuente,

deléitate con sus vistas,

empápate de su magia,

enamórate con su herba de namorar

y despreocúpate con sus sanandresiños.

 

 

Te esperamos.

Camino de San Andrés de Teixido